lunes, 22 de julio de 2013

Ciento dos

"Piensa como piensan los sabios, mas habla como habla la gente sencilla."
(Aristóteles)

Foto: psss... (Alt Urgell)

Ariège

El vecino Ariège, al norte de Andorra, ya en territorio francés, es un lugar a tener en cuenta como destino de un par de días si no vamos sobrados de tiempo. Aquí nos sorprenderá una naturaleza desbordante donde habita el oso pardo, y una de las densidades de población más bajas de toda Francia.
   Las zonas de escalada son numerosas y variadas: desde los largos itinerarios en la aguzada Dent d´Orlu, pasando por las rutas de artificial extremo en Sinsat, hasta el fantástico granito de Auzat. Y lo mismo se puede decir de las numerosas ascensiones que existen por doquier: Carlit, Pica d´Estats, Pic de Medecourbe, Pic de Rulhe... Las posibilidades son infinitas para disfrutar de la alta montaña, y no digamos ya en invierno, cuando las angostas canales se hielan por completo y hacen las delicias de piolets y crampones. Una sucesión de lagos de azul resplandeciente endulza lo agreste de un paisaje inhóspito, muy apto para dormir sin más techo que una bóveda cuajada de tintineantes luceros.
   Pero no sólo de montaña vive el hombre, por lo que no hay que olvidar un buen número de interesantes pequeñas localidades. Foix, en la confluencia de los ríos Ariège y Arget, destaca desde la distancia por su imponente castillo de los condes de Foix, con sus elevadas torres almenadas sobresaliendo del casco medieval. Ax-les-Thermes es célebre por sus más de sesenta manantiales naturales de agua caliente brotando a una temperatura de 78 grados centígrados, utilizada como fines terapéuticos desde hace siglos. En los alrededores de Tarascon (3.500 habitantes) se encuentran un buen número de cuevas abiertas al público, como las de Niaux, Vache, Lombrives, Bédeilhac y, más al norte, la de Labouiche, donde discurre el río subterráneo más largo de Europa.