jueves, 6 de abril de 2017

Ciento veintidós

"La única manera de romper con la monotonía de la vida es inventar y asumir riesgos".

(Felice Banuzzi)

foto:  Cresta Norte del Turbón (Pirineo aragonés)

Cracovia (II)

Uno de los mayores atractivos que posee Cracovia es rememorar su pasado más reciente, aquel que mejor nunca hubiera existido y que tuvo lugar durante la Segunda Guerra Mundial. Sin lugar a dudas, la hermosa ciudad del sur de Polonia ha quedado tristemente marcada por la invasión de las tropas alemanas. 
   Kazimierz, el barrio judío, ya no tiene el esplendor de antaño debido a las masivas deportaciones, aunque en los últimos tiempos ha recobrado discretamente parte de su legado hebreo, siendo hoy día un distrito animado donde se alternan cafeterías con interesantes sinagogas y un par de museos judíos. Así mismo, Podgórze, un barrio periférico bastante desangelado, es testigo mudo de los terribles acontecimientos que aquí sucedieron para vergüenza de la humanidad: este lugar fue convertido por los nazis en un mísero gueto, hacinando a más de 16.000 judíos en unas cuantas calles hasta que decidieron trasladar a parte de la población a distintos campos de concentración, como el cercano plaszów; aquellas personas que no resultaron válidas para el trabajo (enfermos, ancianos, etc.) fueron fusiladas allí mismo. 
   La famosa fábrica de esmaltados de Oskar Schindler, hoy convertida en museo, se encuentra en las afueras de la ciudad, en la calle Lipowa, y aunque ya no recuerda mucho a la que fue la factoría donde se salvaron muchas vidas gracias al empresario nazi, sí que se hace un amplio repaso a la invasión alemana de Cracovia; en cualquier caso, bien merece una visita por su contenido histórico.
   Existen otros puntos ligados directamente con la gran contienda de 1939-1945, como es el antes mencionado campo de trabajos forzados de Plaszów, a un par o tres de kilómetros en dirección suroeste; el siniestro cuartel de la Gestapo, con sus sórdidos calabozos y un pequeño museo; los restos del muro del gueto; la que fue residencia de Oskar Schindler, en la calle Straszewskiego; el castillo de Wawel, ocupado como no por los alemanes, etc.